EL ESPACIO DE REFLEXIÓN INSOSLAYABLE | |
El Taller de Formación Ética y Ciudadana es el espacio destinado a reflexionar sobre las acciones humanas cuya incidencia es institucional y social, desde el punto de vista moral y ciudadano. En el Taller, analizamos críticamente casos o situaciones acaecidas en el ámbito comunitario y escolar, cuyas implicancias morales tiñen o marcan, positiva o negativamente, la convivencia escolar y la marcha de los aprendizajes. Algunos casos están hipotéticamente planteados, pero siempre tienen vinculación con las condiciones de vida reales, con las valoraciones y las prácticas cotidianas habituales.
Las situaciones problemáticas que presentamos a continuación son extraídas de la experiencia áulica de los últimos años. En el taller, fueron sometidas a debate y reflexión grupal. Posteriormente, los estudiantes (3° año del PEP B) escribieron comentarios críticos individuales, sostenidos y fundamentados en las perspectivas éticas estudiadas.
S. Leticia Molina |
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Nadya Lucía Berón, una de las estudiantes de 3° PEP B, volcó en su escrito estas reflexiones: | |
ÉTICA, MORAL Y CUIDADANÍA: COSAS QUE OCURREN FRECUENTEMENTE EN LAS ESCUELAS. ANÁLISIS DE REALIDADES EDUCATIVAS Entre los ejemplos propuestos en el espacio, está el de una docente que desarrollaba una clase sobre el valor de la igualdad, al día siguiente, los alumnos dibujan algo referido al tema, la maestra pasa por las mesas y ante uno de los trabajos, expresa “no pintes así, con tanto colorinche boliviano”. Aquí podemos reflexionar acerca de esta situación y pensar que la docente no puede impulsar el valor de la igualdad si ella misma no respeta la diversidad y las costumbres de otros países. El término “Colorinche boliviano” resulta despectivo, por lo que se puede apreciar que la docente como valoración moral, menosprecia a esta comunidad y algunas de sus características particulares ya que “Las valoraciones morales suelen hacer referencia al conjunto de creencias que poseen las personas sobre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, lo digno de elogio o lo digno de desprecio.” El otro caso propuesto se desarrolla en una sala de 5 años de un jardín privado, una nena se niega a tomar la merienda porque una compañera le dijo que era gorda. Este caso refleja claramente un disvalor, es decir un “sentimiento de discriminación, o de mirar a los seres humanos como inferiores”, por parte de la niña que le dice a otra que era gorda. Pero a la vez, la otra niña que no quiere tomar la merienda por esto, se está sometiendo y aceptando un comentario, dejando intervenir en su decisión la calificación de “gorda” que le adjudicó la compañera. Vale la pena recordar que Kant en el siglo XVIII, sostuvo que “el pueblo no está acostumbrado a vivir en libertad, estamos acostumbrados a obedecer, a que nos pisoteen la cabeza y a que haya una autoridad que decida por cada uno de nosotros.” Otro caso que particularmente me llamó la atención, que se asemeja a la situacion anterior y que ocurre en el mismo grado y en la misma institución, es el de una niña que iba a subir a un tobogán y otra le dijo: “vos no podes subir porque nunca vas a ser princesa”; la niña a la que se estaba refiriendo es morocha. En este caso, se puede analizar un ejemplo del sentido moral, pero relacionado a la sociedad en general, es decir la concepción que la sociedad transmite a los niños, sobre lo que es una princesa y quien puede ser o no, ya que “el sentido moral opera en los seres humanos de distintas maneras, en el mejor de los casos, nuestras propias convicciones hacen que respetemos la integridad de los otros” y en este caso, la niña no respeta las diferencias de los demás; pero esta concepción está ligada a la familia y a la sociedad en la que la niña está inmersa. Por otro lado, todos tenemos los mismos derechos, por lo tanto todos pueden gozar de las mismas cosas, como así también obedecer ciertas normas y reglas, en este caso, la niña puede jugar también con los juegos del jardín, sin distinción del color de piel o característica física. En el espacio de Formación ética y ciudadana, analizamos cada uno de los casos propuestos con la mirada dirigida hacia el accionar docente y con respecto a las situaciones anteriormente descriptas ocurridas en el jardín, cuando los padres hablaron con la docente, ella dijo que “no había escuchado nada”. Puede ser que verdaderamente la docente no haya escuchado nada, pero aun así ella debe promover en los niños valores como la solidaridad, compañerismo e igualdad; debe promover que los niños se respeten y respeten a los demás, tanto las costumbres como características físicas, religiones o lugares de pertenencia, entre otros. Kant afirma: “… obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio…”. El último caso analizado, explica que en un grupo de alumnos de una escuela urbano-marginal que debate con su maestro el crimen de una persona en el barrio, más de un chico defiende ese hecho porque “se lo merecía” y sobre esto podemos decir que predomina un sentido moral, o conciencia moral, que “se gesta en cada uno en la niñez, en la interrelación con el mundo social, y es el responsable de los sentimientos de culpa cuando actuamos correctamente, del sentido de responsabilidad, entre otros…” por lo tanto, si para la comunidad en la que vive una persona el enunciado “se lo merecía” hace referencia a que está bien que hayan matado a una persona, los miembros de esa comunidad aceptan eso y lo defienden de ese modo, aunque otras personas no lo crean correcto; es así como lo propone Pablo Gentili, “ Las opciones morales son siempre producto de complejos procesos sociales, históricos y culturales… No existe una moral o la moral, sino diferentes interpretaciones vinculados a un tiempo y espacio específico”. Muchas veces las realidades económicas, particularmente la pobreza, inciden en respetar o no las normas morales o los valores que la sociedad en general acepta, es decir las condiciones de vida influyen en el sentido moral que cada persona construye. En síntesis, creo que el analizar diferentes situaciones que suceden en las escuelas, no solo nos acercan a las distintas realidades educativas, en las que los docentes hoy en día conviven, sino también podemos reflexionar acerca de diversas acciones que como futuros docentes podemos realizar, para poder desempeñar nuestra profesión de la manera más eficiente posible, brindando una educación que promueva valores como el respeto hacia los demás, la solidaridad, la honestidad, etc, para así poder también, formar ciudadanos, sujetos de derechos, con obligaciones y garantías, fomentando la libertad de pensamiento y de expresión, haciendo valer cada uno de sus derechos, pero debemos recordar, que para poder enseñarlo, primero hay que demostrarlo, como dice Gustav Mahler “ No hay más que una educación, y es el ejemplo.” |
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