Narrativa: Contexto de Encierro (3)

 

Visita a CEBJA en Contexto de Encierro 

Estudiante 3° del PEP: Brenda Salinas 

   

“Sentimientos encontrados”

El primer año de cursado tuvimos una jornada y nos dieron una charla de educación en contexto de encierro, no sabía que puede trabajar allí una docente de educación primaria común, pensé que se estudiaba algo en especial para educar en ese tipo de institución, me encantó la explicación y con el entusiasmo que nos contaba una docente con respecto a su experiencia ejerciendo en ese lugar. Lo primero que se cruzó por mi mente fue ¡yo quiero algún día enseñar allí!

En segundo en historia estudié las distintas modalidades en el sistema educativo y una de ellas es la de Contexto de Encierro pero solo el marco teórico. En cambio este año la propuesta del profesor de Prácticas es conocer en profundidad cada una de las modalidades y visitarlas para tener un conocimiento más concreto y cercano de las mismas.

Cuando nos dio la noticia de que iríamos a la cárcel y debíamos confirmar con quienes contaba para realizar la documentación correspondiente no lo dude un segundo, porque era algo que me entusiasmaba y gustaría conocer. Después de tanto organizar los horarios para no perderme de ir, llegó el gran día. Durante el viaje nos preguntábamos unas a otras, como sería el lugar, que haríamos, que decimos y que no, y por supuesto teníamos muchos nervios y ganas de llegar.

Al llegar lo primero que vi fueron grandes paredes, gente entrando y  saliendo con bolsos, los nervios aumentaban, al momento veo al profesor Gabriel con una maestra y pensé ¡todo listo para entrar!, bajamos de la trafic y nos reunimos para entrar en orden.  Un policía nos abrió la puerta, al ingresar habían dos policías mujeres que registran la entrada, una vez realizado eso pasas por otra puerta con candados donde hay un espacio con sillas y mesas de cemento pegadas al piso, de ahí pasas a otro espacio que también esta con puerta y candado donde te vuelven a registrar, pedir la documentación y donde se realiza el cacheo. Hasta ahí todo bien, cuando pidieron la lista fue el problema, porque las que estábamos ahí no figurábamos, por lo tanto no nos dejaban ingresar, solo Amadeo, Estefanía y el profesor, ellos ingresaron y los demás esperamos para resolver lo de la lista, después de una hora nos dejaron pasar, a esa altura los nervios seguían aumentando. Mientras esperábamos llegó la directora y nos solucionó el problema para poder entrar, pasamos por donde piden la documentación,  nos hicieron cacheo que no es muy agradable pero es entendible por las medidas de seguridad que deben tomar, de ahí seguís por un pasillo muy angosto donde te lleva a una oficina y un seguridad abre la puerta, una vez adentro la vuelve a cerrar con candado antes de abrir la otra que sale al penal que también tiene candado, no podes acceder al mismo si las puertas están abiertas.

Una vez que pasamos todo eso comenzamos a recorrer el penal para encontrarnos con los demás, el lugar me lo imaginaba de otra forma, de entrada el olor es insoportable, la impresión fue de entrar a un “zoológico” puede sonar feo pero eso sentí al verlos salir de una pieza cercada por alambres, divididos porque no pueden convivir entre ellos, provocándose, insultándose y desafiándose porque justo hubo una pelea entre los internos. Recuerdo que sentí mucho miedo pero seguí caminando, lo único que quería era encontrar a mis compañeros, cuando por fin encontramos a la maestra fue un alivio, estaba con ellos y con los alumnos internos, cuando nos acercamos nos recibieron con un aplauso y se pararon todos para ofrecernos las sillas, nos ubicamos y nos unimos a la charla tratando de recuperar algo porque ya hacia un buen rato que habían empezado, no podía concentrarme tengo que ser sincera los primeros minutos no escuchaba nada solo quería irme sentía mucho pero mucho miedo, pase de estar feliz con ganas de llegar a sentir ¿Qué hago acá?, por suerte con los minutos ese sentimiento fue cambiando mientras conversábamos con ellos, porque desde el primer momento estuvieron muy predispuestos, con ganas de hablar y siempre con mucho respeto. La docente aclara que para poder trabajar en un penal hay que establecer un vínculo con ellos  sino es complicado, sobre todo necesitan alguien que los escuche y lo pude comprobar, porque decíamos durante el camino no les vamos a preguntar cosas personales porque no sabemos cómo lo pueden tomar, pero solos contaban sus vidas y el por qué estaban allí.

Todos tienen el derecho a estudiar son muchos internos pero solo estudian unos pocos, con la docente han creado un proyecto llamado “Alas de libertad, educando nuestras emociones” con el que ganaron una feria de ciencias a nivel provincial, aseguran que es posible lograr espacios áulicos de felicidad armónicos y que la educación emocional transforma positivamente las emociones. Todos están haciendo primaria y uno de ellos tiene estudios secundarios incompleto pero miente porque no quiere dejar de ir a clases, la maestra dice que  tiene que  pasar de grado pero no quiere, la mayoría ve ese lugar como algo que los saca del pabellón, los certificados les sirven para beneficios en su condena y creen que la educación les va a servir para reinsertarse en la sociedad y conseguir un trabajo digno para sus familias. Muchos reinciden porque aseguran que la gente no les da trabajo por los antecedentes, que no les dan una segunda oportunidad para mostrar que han cambiado y necesitan darles de comer a sus familias por eso vuelven a delinquir.

El gobierno para colaborar con sus estudios sólo les manda un cuaderno y un lápiz, su aula es un conteiner muy reducido por lo que sus clases son en el patio cuando asisten todos porque no entran, tienen la bandera hace años y no consiguen que les pongan el mástil, desean realizar un mural al cual nos invitaron a colaborar el día que lo realicen. Mi narrativa la titulé sentimientos encontrados y aquí va el porqué, cuando nos invitaron a regresar me sume con las que querían participar, pase otra vez de un sentimiento a otro, no hacía nada que me quería ir y ya pensaba en volver, todo ese miedo se fue yendo sin darme cuenta, es increíble cómo se disparan las emociones en ese lugar.

 Luego hicimos un juego de adivinar palabras donde sirvió para distender el ambiente, en unas tarjetas debíamos escribirles algo que quisiéramos transmitirles al igual que ellos a nosotros, me impactó mucho la misma frase en varios de ellos “gracias por venir, en ustedes vemos la libertad”, fue muy fuerte escucharlo, pero al mirar a mi alrededor por un instante me puse en sus zapatos y sí que derecho tan importante tenemos y no nos damos cuenta. Para la maestra si queres  ayudarlos no hay que pensar porque ellos están ahí porque si no es muy difícil, además por ley la educación es un derecho también para los privados de libertad y es una obligación hacerla cumplir, para darles un futuro con posibilidades diferentes a las que por ahí  han tenido en su vida y para ellos la educación construye un lazo de pertenencia con la sociedad.

 Mientras estábamos conversando los internos se dispersaron, sus miradas estaban hacia otro lado, como comenté hubo una pelea con un herido minutos antes,” estas distracciones suelen pasar y debemos respetarlos porque son parte de sus vidas y debemos dejarlos que solos se vuelvan a concentrar en lo que estábamos” fueron las palabras de la maestra, por suerte no paso a mayores y seguimos. A medida que contaban sus vidas, lo que esperaban para su futuro y lo mucho que desean salir en libertad es inevitable sentir tristeza pero a la vez no podemos negar la realidad y es que muchos de ellos han hecho cosas que no están bien y si bien tienen que estar ahí por eso no pueden vivir en esas condiciones, como una persona puede reinsertarse después de vivir de esa forma. Si tengo que escribir todo lo que sentí no termino nunca, si tengo algo muy claro y es que para poder ayudarlos hay que dejar prejuicios de lado, manejar los sentimientos y pensar que todos tenemos los mismos derechos y que la vocación en este contexto es lo más importante.

En lo personal esta experiencia fue la más significativa ya que conocí la modalidad muy de adentro con un contacto real en el contexto donde se lleva a cabo la educación, donde realmente pude observar cómo trabaja la maestra, recursos que utiliza y como es el vínculo entre docente-alumno.

El desafío de educar en esos establecimientos es que son sujetos heterogéneos debido a la diversidad de trayectorias de vida personal, educativas y laborales, en su mayoría provienen de contextos marginales por lo tanto la educación puede ser un elemento primordial en la construcción de alternativas de inclusión social y por lo poco que vivencie en esta visita hay muchas falencias que hacen que la labor docente no pueda realizarse de manera favorable ya que tienen problemas de infraestructura, los espacios son inadecuados, pocas maestras, falta de formación profesional y los materiales didácticos y bibliográficos la mayoría de las veces  son comprados por los docentes. Estos inconvenientes hacen que por más voluntad y ganas que tengan los maestros de ayudar a construir conocimientos  no puedan hacerlo como quisieran.

 Por último solo con personas comprometidas ética y políticamente, creando espacios con vínculos de respeto y confianza permiten que los alumnos internos desarrollen espacios de reflexión para elaborar proyectos de vida para el futuro, para una inclusión social favorable tanto para ellos como para las familias.    

 


 

 Leer también:

 Responsable: Lic. Prof.Gabriel Charra

 

   
   
   
   
   

Deja un comentario