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Contexto de encierro “ALAS DE LIBERTAD” El día viernes 30 de octubre realizamos con el profesor de práctica profesional docente nuestra primer visita a un lugar de contexto de encierro. Asistimos al penal ubicado en la calle Boulogne Sur Mer, la sensación de ansiedad al momento de la entrada era inevitable ya que las recomendaciones que nos habían dado eran (dejar celulares por que causan algún grado de tentación, evitar ropa ajustada, una lapicera, block y demás). Cuando bajamos del transporte en la vereda nos esperaba la docente de los reclusos, y también estaban algunos familiares de los mismos, ya que estaba finalizando la hora de visita. Al ingresar había una especie de pecera (una oficina toda cerrada con oficiales penitenciaros), de ahí debíamos pasar por otra puerta que nos conducía a un lugar todavía más cerrado y con más oficiales. Este segundo lugar contaba con mesas y sillas soldadas todas en un armazón, la sensación de claustrofobia nos invadía a muchos, el olor que nos impactaba a la entrada era nauseabundo, como el de las cloacas, las ventanas cerradas como una especie de banderola llena de rejas. Luego pudimos pasar al lugar donde nos harían el cacheo, ahí nos pidieron documentos para poder pasar y nos enteramos que solo algunos serían los que pasarían, nuestro profesor con la docente y dos compañeros Amadeo y Estefanía, los demás debimos esperar una hora para ingresar más tarde con la directora de este CEBJA. Ahí estábamos un hora más tarde caminando por un pasillo estrecho detrás de la directora que nos guiaba y nos decía un poco como se dividía el lugar y que antes era una granja para presos. El lugar estaba dividido por telas llegamos al último control una pequeña especie de oficina con dos portones de lata con una cámara que te filmaba a la entrada y salida del lugar, cuando entramos fue la gran sorpresa. Ahí estábamos con una mezcla indescriptible de sensaciones, miedo, ansiedad, ganas de no entrar, curiosidad, etc. Y si ahí estábamos viendo a los reclusos, detrás de unas simples telas que algunas estaban rotas, la sorpresa era que íbamos a estar frente a frente con estas personas, el temor se hizo sentir cuando vimos que habían un grupo de ellos que caminaban por donde nosotros íbamos y al ver nuestras rostros la directora dijo:- Es la hora de la cena, los “chicos” la están repartiendo. Así seguimos caminando hasta que llegamos a la tela donde estaban los adultos más violentos, que nos saludaban respetuosamente pero eso no hizo que el temor se fuera, cuando alzo la vista ahí estaba la docente escondiéndose con el profe, mis compañeros y los reclusos para darnos la bienvenida, los saludamos y su recibimiento fue muy agradable. Nos sentamos en ronda, charlamos y compartimos una actividad mientras nos contaban sus proyectos, algunos decían porque estaban ahí, otros nos decían que tareas realizaban, y de fondo se escuchaba como se insultaban y amenazaban detrás otros reclusos que estaban del otro lado de las telas. Así después de una charla agradable concluimos, dando una devolución mutua, Sergio quien no me dejo de hablar desde que llegue me dio una nota agradeciendo la visita. Emprendimos el camino a la salida, nos acompañó Jesús (alumno) que nos despido gratamente, una vez que llegamos al lugar donde nos hacían el cacheo fue un gran alivio, se fue la tención y una vez afuera las sensaciones eran muchas. Fue una experiencia única que me hizo cambiar muchos pensamientos, no es un lugar al que volvería pero si me sirvió para entender muchas cosas.
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Responsable: Lic. Prof. Gabriel Charra |