La formación docente

EL aprendizaje sin límites
 

La educación es un desafío permanente que requiere de la contextualización de la tarea de enseñar a las generaciones que educa. Esto implica la reconceptualización y reconstrucción de la cultura que el docente debe mediar para que sea accesible a los estudiantes. 


Al respecto, Sandra Patiño expresa: “Los procesos de formación docente para el nuevo milenio exigen la revisión permanente de estrategias y teorías que incentiven la transformación de las acciones desarrolladas en el aula de clase, particularmente las que se generan al entrar en interacción maestro-aprendizaje – estudiante”

Si bien son varios los factores que inciden en el aprendizaje de una persona, en gran parte influyen las estrategias que se apliquen.

La complejidad de la adquisición y estructuración del aprendizaje es tan diversa como la cantidad de seres humanos que habitan en el planeta tierra, en consecuencia, aprender a aprender tiene gran importancia para la formación de los sujetos, pues es una herramienta que les permite asumir posturas frente a las teorías, organizar la información, seleccionarla, utilizarla coherentemente en cada circunstancia de la vida y, sobre todo, ahondar en el descubrimiento de sus procesos meta cognitivos, (Patiño, 2.012).

La educación actual se basa en el binomio Enseñar-Aprender, dejando atrás la filosofía escolar que abogaba por la responsabilidad única del alumno frente al aprendizaje y el educador. Profesor que tenía mínima o ninguna responsabilidad sobre los conocimientos y saberes que aprenden o no, los alumnos. Si un alumno fracasaba, era el alumno responsable de ese fracaso.

Podemos decir que en la escuela responsable, no hay responsabilidad única, sino una responsabilidad compartida en la que todos los agentes que participan en la educación están implicados en los resultados de la misma. La responsabilidad compartida implica ayuda y cooperación para promocionar aprendizajes y cubrir las necesidades de cada alumno con o sin necesidades específicas. Una educación mundial que tiende a educar a todos, no a seleccionar quien accede o no a los conocimientos mínimos.

La enseñanza requiere que se incentive a cuestionar el conocimiento, asumir posturas, ser creativo, generar pensamientos. O sea que se pase de una enseñanza focalizada en la transmisión de conocimientos a una enseñanza que posibilite los mismos, de una enseñanza que promocionaba la enumeración de datos sin explicar relación alguna a una enseñanza que busque desarrollar habilidades y capacidades, propiciando las herramientas para construir su aprendizaje, reconociendo diferentes tiempos, ritmos, estilos de aprendizaje. Cuando haces una pregunta a un alumno y no te responde de inmediato, quizás es porque está elaborando la respuesta.

Haciendo un repaso de las concepciones que se han sostenido sobre la inteligencia, hallamos la explicación de los cambios de mirada de pensamiento en la educación. Así en un primer momento se centró en una inteligencia uniforme y cuantificable, A. Binet,1905, cuando se diseñó el test para medir la capacidad intelectual (CI) de un individuo y con el cual se evaluaba la aptitud o no de ese individuo. Luego J. Peaget plantea una inteligencia más pragmática  y en relación a la evolución del individuo. Se evaluaba no sólo los productos sino los procesos por el cual llegaba al conocimiento. Se fortaleció el desarrollo de habilidades y capacidades.  Hasta cuando se pensó en una única inteligencia que regía al ser humano, que con el paso del tiempo también fue cambiando. Así en los 80 Howard Gardner establece la visión pluralista de la inteligencia por lo cual todos los seres humanos tienen múltiples capacidades como múltiples formas de relacionarse a un contexto y resolver los problemas. Esta concepción pluralista de la mente se basa en los conceptos de la ciencia cognitiva que estudia la mente y de la neurociencia que se dedica a estudiar el cerebro y que la educación por estar involucrada en un sujeto que aprende,  debe conocer y comprender.

Investigaciones modernas abordan desde estas concepciones los conceptos de Enseñanza y Aprendizaje, proponiendo metodologías que rompen con las utilizadas por la educación tradicional al otorgar un rol activo del docente y alumno. Donde el profesor incentiva la capacidad de pensar y el estudiante desarrolla las habilidades para construir su propio conocimiento. Esto supera la barrera del memorismo, del actuar rutinario.

Es a partir de esta filosofía educativa de responsabilidad compartida y aprendizajes significativos junto con la idea actual de que la educación escolar tiene que ser un instrumento de aprendizaje académico y social, ayudar a formar personas responsables y democráticas, que surgen los métodos y técnicas que fomentan Enseñar a pensar y Aprender a aprender, al que se añade el de Querer aprender, que significa el esfuerzo que se debe realizar por alcanzar ese aprendizaje.

No es tarea fácil ni para uno ni para otro, ya que de ser necesario  el docente debe elaborar una gama de actividades que requieren reflexión, generando interrogantes que debe planteárselos el que aprende. Para lo cual hay tiempos de enseñanza y de aprendizaje.

Además no olvidemos que desde los años 60 y el impulso de los años 1980, quedo claro que la labor educativa ya no es una labor de un docente, sino del equipo de educadores que participan en la enseñanza-aprendizaje. De allí la necesidad de generar acuerdos institucionales que orienten las acciones de las diferentes áreas de trabajo más allá de la tarea personal del docente.

Hace más de veinte años y quizás algunos más, que se viene reflexionando sobre como deberían ser las nuevas formas de enseñanza. Aún hoy, en las aulas conviven estilos diferentes de enseñanza, hasta tal punto que algunos llegan a ser contrapuestos el uno del otro. Este es el desafío a lograr. Hay enseñanza cuando el sujeto que aprende puede transferir sus conocimientos a contextos diferentes, adquiere la capacidad de dominar los conocimientos y los puede aplicar a otras situaciones.  

La provincia ha asumido el desafío de aplicar los cambios que establecen las políticas educativas destinadas al fortalecimiento de la educación, promoción del conocimiento e inclusión de todos los ciudadanos.

La propuesta pedagógica está centrada en el desarrollo de un conjunto de saberes centrales, relevantes y significativos, que incorporados como objetos de enseñanza, contribuyan a desarrollar, construir y ampliar las posibilidades cognitivas, expresivas y sociales que los adolescentes y jóvenes ponen en juego y recrean cotidianamente en su encuentro con la cultura, enriqueciendo de ese modo la experiencia personal y social en sentido amplio.

De allí que como institución formadora debemos transitar este camino de participación y capacitación colectiva, construyendo las formas de enseñanza acordes a nuestras generaciones desde nuestras propias prácticas.

El IES T-004 continúa este camino, consciente de la responsabilidad que le cabe como institución educativa con encuentros institucionales, de discusión, estudio para acompañar a la práctica docente en su vínculo con la reflexión y acción transformadora de mejores condiciones de vida.

 

Bibliografía:

Patiño, Sandra, 2.012: “La enseñanza para la comprensión (EpC): Propuesta Metodológica centrada en el aprendizaje del estudiante”. Revista Humanizante Año5 n°8. Universidad Manuel Beltrán. Colombia.

Feldman, Daniel, 2.010:”Aportes para el desarrollo curricular. Diáctica General”.INFD. Ministerio de Educación. Presidencia de la Nación.

Perkins, David, 2.010: “El aprendizaje pleno”. Principios de la enseñanza para la transformar la educación. Paidós. España.

Beas Franco, Josefina, 2000: ”Enseñar para aprender mejor”. Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile.

Davini, María Cristina, 2.008: Método de enseñanza. Didáctica general para maestros y profesores. Santillana. Buenos Aires.

Prof. Caren Becerra
Jefa de Formación Inicial
 

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