Frecuencia Terciario: en el aire de Tunuyán

CRÓNICA QUE SUENA
 
No voy a esperar que el destino hable por mí
Charly García – Pedro Aznar
 

Hoy es jueves. Son las dieciocho y treinta. El pasillo más transitado del Normal bulle. Los profes y estudiantes se buscan. La bedelía se llena de visitantes y de preguntas. Los lampazos ruedan empujados por manos solidarias. En la secretaría los papeles corren para llegar a fecha. En otra sala, que da a la calle techada, el Consejo Directivo debate. Nosotros moviéndonos de tanta ansiedad que nos revoluciona la sangre, porque hoy hacemos Frecuencia Terciario: la radio, como le decimos en el pasillo.

Y allí vamos, a encontrarnos con ese instante de la seña que nos indica que estamos al aire. Y los nervios se esfuman, y el guión nos ayuda pero no nos determina, y las miradas se cruzan y dicen tanto… Y allí estamos, encontrándonos con quienes sabemos que están pero no sabemos en qué están. Pasen invitados… la radio los está esperando. Son las diecinueve y treinta. Ya habitamos en frecuencia.

(La voz del Mauricio artiza la apertura. Dice: «Una comunicación otra es posible… Aquí comienza…». Y al unísono leemos  los labios de la Mariela: «Atentos, vamos… Arriba»)

 –  : Buenas tardes, bienvenidos a la mesa de radio del Normal Superior Toribio de Luzuriaga.
 –  : Hola, ¿cómo están?… Esta es nuestra cuarta temporada en el aire de Tunuyán. Y este año venimos a dialogar sobre «Educación, cultura y política en el escenario argentino 2015/19».
  – : Así es. Queremos debatir sobre la Argentina que somos y la Argentina que queremos a través de la palabra y las acciones de profesores y de estudiantes del I.E.S. y, también, de referentes de la comunidad valleuquense.

El mate está circulando. Acompañado de preguntas se lo pasamos a los invitados del día. Van y vienen los mates, van y vienen las voces, van y vienen las canciones. La rueda no para. El móvil tampoco: La Sandra Cuevas y la Evelyn Gutiérrez nos radiotransportan, otra vez, al pasillo o a la calle… Van y vienen las noticias.

Y de pronto, el silencio… un silencio de radio. La rueda para de golpe: ¿y ahora qué hacemos? Nos preguntamos con la mirada: ¿cómo salimos de ésta? Es un instante que parece eterno mientras la Mariela, del otro lado del vidrio, se deshace en señas para que reaccionemos. Claro, los que escuchan no deben notar que el invitado se quedó callado y nos dejó sin palabras, pero para nosotros es incómodo el momento. Rápidamente salimos del bache con algo de humor improvisado. Vamos a la música. Miramos el reloj y advertimos que sólo diez minutos nos separan del cierre. Se nos va el programa. Nos relajamos un poco para despedirnos. “Hasta el jueves que viene”, se nos oye decir, en un último intento por convencer a quién sabe quién a que vuelva con nosotros en una semana. Dejamos la radio. Son las veinte y cuarenta.

Los invitados se despiden, tras abrazos  y besos, el Héctor Manzano -el operador- apaga la luz.  Se cierra la puerta y el equipo  de radio sube al auto pensando en el programa que vendrá.  El análisis, las críticas, se expresan en las primeras cuadras que nos separa de la emisora; ya llegando a las puestas del Normal, un nuevo programa se está gestando… Temas, invitados y el Guille que piensa cómo abordar esa temática desde la perspectiva de los ejes pensados para este ciclo.

Empieza  una nueva semana y con ella un nuevo programa, otro desafío… Y así se suceden los llamados telefónicos, la búsqueda y lectura de material, la selección de la música -donde el Maxi dedica el mayor  y más placentero de sus tiempos: “elegir una canción que refiera a la temática abordada” y que sea el reflejo de nuestras costumbres e ideas,  que sea parte de este folklore radial. Con los días los correos caminan la plataforma institucional, y es que el programa se conversa, se discute, se construye. Así pues,  entre los primeros intercambios electrónicos y la redacción final de guión, hubieron idas y venidas, pensamientos y posturas, problemas y soluciones, pero, por sobre todo, se manifiesta la pasión y el compromiso por lo que nos gusta: “hacer radio”. Y aquí el Guille se plantea si eligió la carrera equivocada. Se apasiona con el aire de Frecuencia, baja un audio más para el programa y mientras repasa el guión final espera que el resto del equipo llegue al Normal; es que el calendario marca la llegada de un nuevo jueves.

El reloj dice las dieciocho y treinta, un equipo de “compañeros de radio”, (como nos gusta llamarnos) se reencuentra en el pasillo del Normal… Se ultiman los detalles, recogemos al tercer integrante para ir por más frecuencia… Los nervios, y  la adrenalina ruedan hasta la emisora… Cables, libros, compu, música y la voz del Mauricio se escucha en la apertura… Un nuevo comienzo, una nueva aventura… y el micrófono se enciende:

: “Bienvenidos una vez más a Frecuencia Terciario… Bienvenidos al programa radial del I.E.S. T-004 Normal Gral. Toribio de Luzuriaga”…

 
 
   
  Profesores Mariela Argentín, Guillermo Alfonso y Maximiliano Neila
  

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