Efemérides

 

El país se encontraba gobernado por María Estela Martínez de Perón desde la muerte de Juan D. Perón en 1974, asolado por un clima de crisis política, social y económica.

Junto a esto, las luchas sociales y  los embates de las fuerzas capitalistas sobre el gobierno constituido, sumado a la violencia política institucional y parainstitucional, un sector fuerte de las fuerzas armadas apoyado por parte de la sociedad civil procedieron a realizar un golpe de estado que acabaría con el gobierno caído en descrédito el 24 de marzo de 1976.

Las fuerzas armadas y los sectores capitalistas consideraron necesario imponer el “orden” antes de que sus intereses se vieran fuertemente perjudicados.

El 24 de marzo de 1976 se produjo el autoproclamado “Proceso de Reorganización Nacional”, golpe de estado cívico militar que se mantuvo en el poder hasta 1983.

A partir de entonces, tomó el poder una junta militar compuesta por los comandantes en jefe de las tres armas, quienes nombraron al Gral. Jorge R. Videla Presidente de la Nación. Esta junta se repartió el control de las distintas jurisdicciones e instituciones estatales, disolvió el Congreso Nacional, las legislaturas provinciales, los concejos deliberantes y cualquier otra forma de expresión política opositora; otorgó facultades legislativas al poder ejecutivo y cambió a su antojo la composición de la Corte Suprema de Justicia, constituyéndola en un cuerpo adicto a sus decisiones y mandatos.

El gobierno de facto suprimió los derechos civiles y las libertades públicas y anuló las garantías constitucionales, suspendiendo además los partidos políticos y los sindicatos. También estableció un control directo sobre los medios de comunicación, manipulándolos y utilizándolos para legitimarse en el poder.

Este régimen dictatorial tuvo como premisa fundamental el “disciplinamiento” generalizado de la sociedad argentina. Mediante el Terrorismo de Estado, apoyado ideológicamente en la Doctrina de la Seguridad Nacional impuesta por el imperialismo estadounidense, los ideólogos y políticos de “adentro” y los sectores capitalistas y neoliberales en general, se llevaron a la práctica todo tipo de atropellos sobre los Derechos Humanos.

Para lograr el tan ansiado “disciplinamiento”, se crearon centros clandestinos de detención en todo el país, se persiguió a los opositores, se torturó, se creó un clima de miedo generalizado, se ocultó y manipuló información, se secuestraron y desaparecieron  personas (30000 aproximadamente), se robaron bebés de presos políticos y no tan políticos. Estas prácticas eran sistemáticas y organizadas por la dictadura.

En el ámbito económico, también para apoyar el llamado “disciplinamiento” y para cumplir con las presiones de los sectores capitalistas principalmente multinacionales y también nacionales, se procedió a la “apertura” de la economía. Se aplicó todo tipo de recetas neoliberales que conllevaron gran inestabilidad, inflación, desocupación, descapitalización, desindustrialización, endeudamiento, condiciones favorables a los especuladores financieros, etc.

A Videla como presidente lo sucedieron los Grales. Viola, Galtieri y Bignone, sucesiones que se fueron dando en el marco de una crisis económica, social y política generalizada y en aumento.

Esta crisis se agravó durante la presidencia de facto de Galtieri. Con el objetivo de retener, justificarse y legitimarse en el poder, el régimen se embarcó en lo que sería su fin: la Guerra de Malvinas, hecho bélico en el que fallecieron muchos jóvenes argentinos y se manipuló vilmente la opinión pública sin consideración alguna por la vida de las personas.

Esta dictadura concluyó a fines de 1983 cuando llegó a la presidencia por vía democrática el candidato radical Raúl Alfonsín.

 El 24 de marzo se cumplieron 38 años del comienzo de la dictadura más cruenta de la Historia Argentina, y por eso conmemoramos el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Con esta brevísima síntesis recordamos a las víctimas del Terrorismo de Estado para reflexionar y pensar: ¿por qué los hombres asesinan a los hombres?, ¿por qué los hombres son intolerantes con los hombres?, ¿por qué los hombres no comprenden a los hombres?

Como decía Theodor Adorno, “Debemos descubrir los mecanismos que vuelven a los hombres capaces de cometer atrocidades, mostrárselos a ellos mismos y tratar de impedir que vuelvan a ser así, a la vez que se despierta una conciencia general respecto de tales mecanismos”.

Tenemos el compromiso y la obligación de recordar y no olvidar, porque como dijo el Subcomandante Marcos “Quien no tiene memoria está muerto”.

Prof. A. Margarita Santoni

 
 

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