Columna de Opinión

Un texto escrito es uno de los instrumentos más importantes, para la adquisición de un nuevo conocimiento, por lo que debemos dotarnos de una serie de mecanismos que nos permitan a partir del razonamiento, construir un nuevo conocimiento.

El empleo de estrategias y técnicas de lectura y el desarrollo de buenos hábitos, nos ayudarán a: ANALIZAR, ORGANIZAR, RELACIONAR, INTEGRAR CONOCIMIENTOS, EN CONSECUENCIA, la lectura es un instrumento fundamental para apropiarnos de saberes y requiere una actitud, crítica, reflexiva y activa. Es por eso que cuando leemos no sólo nos encontramos con las ideas de otra persona, sino también con nuestro propio mundo de competencias, saberes y vivencias, que aportamos al significado de ese mundo que construimos cuando nos ponemos en contacto con la lectura.

Pero, la importancia de leer va más allá de lo meramente académico, ya que la lectura es un instrumento fundamental para el crecimiento personal y social de los individuos. Así, se ha comprobado que la lectura estimula la convivencia y las conductas sociales integradas, contribuye a aumentar el vocabulario, fomenta el razonamiento abstracto, potencia el pensamiento creativo, estimula la conciencia crítica, etc. Pero, además, la lectura es una fuente inagotable de placer. Desde esta perspectiva, el fomento de la lectura es y debe ser una prioridad de todo sistema educativo.

Por lo tanto fomentar el desarrollo de las habilidades del proceso lector supone no solamente desarrollar los saberes de la lectura de los textos de uso social y de estudio sino también los vinculados con la función literaria del lenguaje ya que propicia la apertura de la mente hacia nuevos mundos, y por lo tanto nos abre las ventanas del alma de par en par para percibir el mundo de modos diferentes

Porque de eso se trata: lo primero que hace la literatura es dilatar nuestra retina, ampliar nuestra capacidad de visión, mostrarnos múltiples maneras nuevas de contemplar las cosas, sacarnos de nuestras casillas y acercarnos a otras formas de vida posibles, a otros modos de amar, de vivir, de sentir. Gracias a la literatura, nuestro mundo mental se ensancha prodigiosamente. Los libros nos permiten emigrar a otros lugares y a otros tiempos, conocer las experiencias, los estados de ánimo, los sueños, las venturas y desventuras en que se forjaron miles de seres humanos –reales o de ficción—de otros ámbitos y tal vez de épocas remotas a los que, salvando las barreras del tiempo y del espacio, podemos acercarnos como a viejos amigos y maestros del vivir. No existe instrumento de comunicación ni vínculo de solidaridad más formidable.  Acercarnos al alma humana, abrazarla, comprenderla. Leer es sumergirse en los modos de pensamiento del hombre, conocer qué sintió, que siente y que ama. Sobre todo cómo lo expresa, qué necesita decir ese hombre histórico, cuáles son sus inquietudes y dudas existenciales…

El hombre como ser integral, dotado de alma y sentimientos tiene una razón de ser y eso se expresa en sus escritos…

Por ejemplo, en el poema N°9 de Roberto Juarroz de su libro Poesía vertical dice:

Pienso que en este momento
tal vez nadie en el universo piensa en mí,
que sólo yo me pienso,
y si ahora muriese,
nadie, ni yo, me pensaría.
Y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.
Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo.

Tanto se puede desentrañar de las profundidades de este poema, la duda existencial del más allá, las lucubraciones acerca de la existencia y sobre todo la ausencia del otro…del prójimo…la soledad misma tapizando el alma….podemos sentir o no lo que expresa el poeta. Lo que no podemos dejar de hacer es sentir las vibraciones del alma ante tanta belleza….

Y la lectura ofrece estas posibilidades y otras y aunque la lectura posee un futuro incierto muchos seguimos convencidos de su poder, de su utilidad en la hora presente y del inmenso paraíso que aguarda tras la verja de sus símbolos a quien se atreva a cruzarla. Tal como dice Eliacer Cancino “Escribir y leer son probablemente el invento humano que más ha transformado a su propio inventor. (…) En la escritura habita el pensamiento y la lectura es el soplo que lo difunde. Por eso, decía, es un imperativo pedagógico enseñarla, cuidarla y propagarla”.

Porque leer, hoy, es una decisión para la que se necesita cierta audacia, sin embargo quien se arriesgue a ello no se arrepentirá jamás. No solamente por  las posibilidades de aprendizaje de las ciencias, del desarrollo de muchos y diversos saberes, sino también porque es una ventana que nos acerca al hombre mismo y en ese hombre también estamos nosotros viéndonos a través de sus palabras.

Finalmente para cerrar esta nota, les dejo este poema:

Leer, leer, leer, vivir la vida
que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
las cosas que pasaron.
Se quedan las que quedan, las ficciones,
las flores de la pluma,
las solas, las humanas creaciones,
el poso de la espuma.
Leer, leer, leer; ¿seré lectura
mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
seré lo que pasó?

Miguel de Unamuno

ROSA GARCIA SANCHEZ