Pasar por esta vida y dejar huellas. |
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Nació el 3 de febrero de 1946 en el departamento de Tunuyán. Hijo de Antonio González Maldonado (Argentino) y Milagro Fornés (Española). Sus estudios primarios comenzaron el 31 de marzo 1952 en la Escuela Vicente López y Planes de este Departamento. Tuvo una infancia feliz junto a su familia, ayudaba a su padre en su trabajo, quien era un reconocido letrista de este pueblo; en aquellos años la publicidad se realizaba con cartelerías pintadas a mano. |
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Era un niño muy estudioso, de un amplio intelecto. Le gustaba mucho leer, sobre todo temas de historia. Comenzó sus estudios secundarios en la antigua Escuela Normal Superior Nacional Toribio de Luzuriagaen el año 1959, culminándolos en el año 1963 donde recibió el título de Maestro Normal Nacional. |
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Se casó en 1971, con Justa Arrastoa y tuvieron una hija, María Alejandra González. Los inicios de su caminata laboral fueron en el Banco de Previsión social, también fue secretario en el Tiro club Sportivo Tunuyán. Casi a la par, fue ejerciendo su amada profesión de docente, iniciándola en el Colegio del Niño Jesús. Pasó también por la Escuela Juan Bautista Azopardo y por Luis Baldini; donde durante varios años viaja todos los días 80 kilómetros para cumplir su rol en esta escuela. La escuela Ejército de los Andes fue la última que lo tuvo a su cargo, aunque no pudo ejercer allí su vocación por tener cambio de función en la Regional Tunuyán durante varios años.
El mayor tiempo de trabajo lo ejerció en la Escuela Normal Superior Toribio de Luzuriaga, la que lo tuvo como alumno y con el correr del tiempo se enriqueció con su labor de preceptor y secretario. El 7 de agosto 1981 ingresó como preceptor en esta institución. El 2 de mayo 1989 ocupó en reemplazo de José Bobadilla, el cargo de secretario. Y con la ley 20.049 quedó titular del cargo en el año 1992. |
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Durante 37 años, su paso por su querida escuela Normal (así él la sentía), le dejaron muchas anécdotas, experiencias y amigos queridos que cosechó con el correr del tiempo. Esta querida escuela fue una gran familia para él. | |
La docencia fue su gran profesión, llevando a cabo la tarea de inculcar no solo conocimientos y sabiduría si no también, el compromiso de formar y crear valores para un futuro desempeño. El 30 de septiembre de 2013, al conmemorarse el 60 aniversario de la escuela Normal, e inaugurar la parte nueva del edilicio, se colocó una plaqueta con el nombre de Maestro Armando L. González al «Centro de documentación«, en reconocimiento a su trayectoria y a su persona, siendo él en ese momento secretario académico del nivel superior de esta institución. |
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Tenía 68 años, fue costoso para él aceptar la idea de jubilarse, venía de un comienzo de año difícil peleándola con la vida, estaba de licencia, cuando el 1 de julio de 2014 le llega, su merecida recompensa.
Armando Lucio González, fue una persona comprometida con su labor, comprometida con esta institución, la que lo cobijó por años y lo vio crecer, desde aquel adolescente silencioso, estudioso, casi desapercibido, hasta llegar a ser un hombre reconocido y querido en la Escuela Normal, y en cada lugar donde transitó. Fue un ser respetuoso, prudente, gran compañero, sencillo, silencioso, carismático, un ser amigable. Un hombre muy querido, para quienes tuvimos el placer de conocerlo. El 15 de marzo de 2015, falleció tras una enfermedad. La noticia fue triste y las expresiones de la gente en los medios fue impactante, se repetían las palabras de buena persona, sencillo, amable y respetuoso entre anécdotas y recuerdos. Pasar por esta vida y dejar huellas.
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La muerte no existe, la gente solo muere, cuando la olvidan, si puedes recordarme, «siempre estaré contigo». | |
María Alejandra González (Hija) |
Si las Personas como el Maestro Armando supieran lo importantes que fueron en la vida de sus alumnos… Hermosos recuerdos de haber estado en su aula. Pena por la pérdida de un Gran Docente y Persona. Mi pésame a la Familia. Alumna en 1985. Esc. Luis Baldini.
Gracias por compartir la vida de un grande, ejemplo a seguir, fue,es y sera siempre el ejemplo a seguir de todos aquellos que abrazamos la docencia como profesion. Armando y sus valores son nuestro referente a seguir